...que se celebró en suelo guatemalteco, único título que ostenta en esta categoría en su historia.
Esa selección conformada por 23 cipotes, la mayoría procedentes de equipos juveniles y de la llamada Liga B, la que equivaldría a la segunda división y comandados por el técnico José Conrado Miranda Sasso, rompió con todos los pronósticos y los malos augurios.
Conrado Miranda y sus muchachos borraron el mal sabor que dejó la participación en 1962 en el I NORCECA juvenil que se efectuó en Panamá (la cual ganó México), cuando fuimos últimos.
Aquella selección las conformaron Mauricio “el Tarzán” Alvarenga (Atlético Marte y Once Lobos), Ricardo “el Pollo” López Tenorio (Gatos de Monterrey), José Luis “el Choco” Contreras (FAS y Adler), Óscar “Mico” Morales (Juventud Olímpica), los hermanos Francisco y Miguel Escobar (Atlético Marte), Roberto “el Buitre” Valencia (Juventud Olímpica y Adler), Ernesto “el Loco” Amaya (Alianza y Once Municipal), Leandro Linares (FAS), Wilfredo Rodríguez (Atlético Marte), Iván Orlando Escobar (QQQ y Sonsonate), Dionisio Zelaya (QQQ, Águila y Firpo), Guillermo Ramírez “el Chino” Ruíz (UES), Carlos Peraza López (Adler), Julio César Rodríguez “la Calandria” Melgar (Adler), Salvador Flamenco Cabezas (Adler), Daniel Everardo “el Sapo” Cornejo (Adler), José Rolando “Pastel” Guevara (Adler), Manuel “el Niño” Viscarra (Sonsonate) y Armando “Tabaco” Morales (Lincoln y Once Municipal).
Esa selección Sub 20 comenzó a confeccionarse a partir de enero de 1964, apenas tres meses antes del inicio del torneo regional.
De nuevo, Miranda tomaba las riendas de esa selección juvenil junto a Antonio “el Viejo” Toledo Valle, Alfredo “Baiza” Ruano, que fungió también como preparador físico, Raúl Antonio Escobar, como masajista, y Salvador Alvarado, jefe de disciplina y de utilería.
“Fueron tres meses donde trabajamos duro en la concentración que fue en el estadio Las Delicias. Jugué gracias a Dios todos los partidos, solo en el primero entré de cambio”, recordó Armando “Tabaco” Morales, puntero derecho.
DE MENOS A MÁS
El torneo se desarrolló solo con nueve países tras la renuncia de Costa Rica por diferencias con el comité organizador.
La suerte nos deparó en el mismo grupo que el anfitrión junto a Nicaragua, Jamaica y Estados Unidos con sede en el estadio Mateo Flores.
El inicio fue un desastre y perdimos 3-0 ante Guatemala, luego se empató a un gol co Nicaragua. “Lo que pasa es que nos mató el miedo escénico. Muchos nunca habíamos salido del país y menos jugar con un estadio lleno, pero al final nos acoplamos al ambiente”, recordó Ricardo López Tenorio, lateral derecho.
Dicho y hecho, El Salvador venció a sus fantasmas y ligó cinco victorias al hilo que lo llevaron al título regional.
“Fue algo que nunca se olvidará porque nadie daba un cinco por nosotros. Tuvimos un pésimo inicio en ese torneo, pero poco a poco nos soltamos y luego nadie nos paró. Fuimos la piedra en el zapato de Guatemala, ya que México quedó eliminado en el otro grupo por Antillas Holandesas y Honduras”, recordó “la Calandria” Melgar desde su hogar en la ciudad de Burbank, California.
En la ronda final, se derrotó a los antillanos (2-0), al propio Guatemala (1-0) y, por último, el jueves 16 de abril, vencimos a Honduras (1-0).
“Fue una experiencia inolvidable ganar el torneo. Demostramos que ese grupo tenía calidad y hambre de ganar”, dijo Salvador Flamenco Cabezas.
Esa selección conformada por 23 cipotes, la mayoría procedentes de equipos juveniles y de la llamada Liga B, la que equivaldría a la segunda división y comandados por el técnico José Conrado Miranda Sasso, rompió con todos los pronósticos y los malos augurios.
Conrado Miranda y sus muchachos borraron el mal sabor que dejó la participación en 1962 en el I NORCECA juvenil que se efectuó en Panamá (la cual ganó México), cuando fuimos últimos.
Aquella selección las conformaron Mauricio “el Tarzán” Alvarenga (Atlético Marte y Once Lobos), Ricardo “el Pollo” López Tenorio (Gatos de Monterrey), José Luis “el Choco” Contreras (FAS y Adler), Óscar “Mico” Morales (Juventud Olímpica), los hermanos Francisco y Miguel Escobar (Atlético Marte), Roberto “el Buitre” Valencia (Juventud Olímpica y Adler), Ernesto “el Loco” Amaya (Alianza y Once Municipal), Leandro Linares (FAS), Wilfredo Rodríguez (Atlético Marte), Iván Orlando Escobar (QQQ y Sonsonate), Dionisio Zelaya (QQQ, Águila y Firpo), Guillermo Ramírez “el Chino” Ruíz (UES), Carlos Peraza López (Adler), Julio César Rodríguez “la Calandria” Melgar (Adler), Salvador Flamenco Cabezas (Adler), Daniel Everardo “el Sapo” Cornejo (Adler), José Rolando “Pastel” Guevara (Adler), Manuel “el Niño” Viscarra (Sonsonate) y Armando “Tabaco” Morales (Lincoln y Once Municipal).
Esa selección Sub 20 comenzó a confeccionarse a partir de enero de 1964, apenas tres meses antes del inicio del torneo regional.
De nuevo, Miranda tomaba las riendas de esa selección juvenil junto a Antonio “el Viejo” Toledo Valle, Alfredo “Baiza” Ruano, que fungió también como preparador físico, Raúl Antonio Escobar, como masajista, y Salvador Alvarado, jefe de disciplina y de utilería.
“Fueron tres meses donde trabajamos duro en la concentración que fue en el estadio Las Delicias. Jugué gracias a Dios todos los partidos, solo en el primero entré de cambio”, recordó Armando “Tabaco” Morales, puntero derecho.
DE MENOS A MÁS
El torneo se desarrolló solo con nueve países tras la renuncia de Costa Rica por diferencias con el comité organizador.
La suerte nos deparó en el mismo grupo que el anfitrión junto a Nicaragua, Jamaica y Estados Unidos con sede en el estadio Mateo Flores.
El inicio fue un desastre y perdimos 3-0 ante Guatemala, luego se empató a un gol co Nicaragua. “Lo que pasa es que nos mató el miedo escénico. Muchos nunca habíamos salido del país y menos jugar con un estadio lleno, pero al final nos acoplamos al ambiente”, recordó Ricardo López Tenorio, lateral derecho.
Dicho y hecho, El Salvador venció a sus fantasmas y ligó cinco victorias al hilo que lo llevaron al título regional.
“Fue algo que nunca se olvidará porque nadie daba un cinco por nosotros. Tuvimos un pésimo inicio en ese torneo, pero poco a poco nos soltamos y luego nadie nos paró. Fuimos la piedra en el zapato de Guatemala, ya que México quedó eliminado en el otro grupo por Antillas Holandesas y Honduras”, recordó “la Calandria” Melgar desde su hogar en la ciudad de Burbank, California.
En la ronda final, se derrotó a los antillanos (2-0), al propio Guatemala (1-0) y, por último, el jueves 16 de abril, vencimos a Honduras (1-0).
“Fue una experiencia inolvidable ganar el torneo. Demostramos que ese grupo tenía calidad y hambre de ganar”, dijo Salvador Flamenco Cabezas.